Dos de tres abatidos ayer por la Policía eran de la Armada

Dos de los tres agentes que fueron abatidos por miembros de la Policía Nacional adscritos a la Dirección de Investigaciones Criminales (Dicrim), en una cabaña de la autopista 30 de Mayo pertenecían a la Armada de República Dominicana (ARD).

Las autoridades identificaron a los occisos como Sandro Miguel García (ARD), Nicolás Eladio Buten (ARD) y el civil Joel Emilio Rodríguez Silva, mientras que Michael José Constanza Piña fue arrestado.

De acuerdo a la versión de las autoridades, estos operaban como una organización criminal conformada por civiles, policías y militares que se dedicaban a hacer robos, atracos, tumbes de drogas, extorsión, cobros compulsivos, tráfico y comercialización de armas de fuego, sicariato, falsificación de documentos, entre otros delitos; utilizando indumentarias militares con las siglas de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).

A los miembros de la banda les fueron ocupadas cuatro pistolas y un fusil, así como informaciones de hechos que tenían previsto realizar en las próximas horas.

Luis Tavárez, representante del Ministerio Público del Distrito Nacional, dijo que la escena corresponde a un operativo de seguimiento, que ocurrió alrededor de seis horas.

En el lugar del hecho eran visibles manchas de sangre, trozos de vidrios rotos esparcidos por el suelo, unos cinco impactos de balas en la pared y casquillos de proyectiles.

Pasadas las 6:00 de la tarde, agentes del Departamento de Homicidios de la Dicrim levantaron las evidencias del hecho y procedieron a retirarse del lugar.

El delito de banda criminal es una figura delictiva que se encuentra regulada con fines de tipificar conductas humanas a manera de peligro abstracto, pero que sean sancionadas por cumplir el solo propósito de formar un grupo organizado, que podría afectar la seguridad pública, ya que su propósito sería la comisión de ilícitos.

El crimen organizado es un problema que pone en jaque a estados que se ven afectados por una situación social donde la delincuencia ha llegado a acaparar niveles inimaginables.